martes, 14 de junio de 2011

P E T R A, UNA DE LAS 7 MARAVILLAS DEL MUNDO

P E T R A
Por: Carola Pozo Cortez 
 
Petra, se encuentra enclavada y oculta en medio del desierto jordano. En griego significa “piedra”. Contiene alrededor de 800 monumentos . Esta metrópolis comenzó a ser tallada en la montaña en el siglo II a. C. 

Es el atracdtivo turístico más importante de Jordanía. Solo es posible acceder a este lugar atravezando un largo desfiladero, al final del cual, se pueden observar sus edificios, la gran mayoría tumbas y templos del siglo II excavador en la roca de arenista.

Un panorama casi imposible de creer

Petra es un estilo. Su onda al amanecer, sus luces, su atardecer. Sentir la piedra arisca, enamorarse de sus colores. Escuchar el relincho de los camellos entre los precipicios, poder mirar los ojos misteriosos y llenos de kohol - un delineador que protege de las tormentas de arena, de las mujeres, de los beduinos que salen de las curvas, Imbuirse en la musicalidad de esa lengua que no conocemos, pero que es rica como un manantial fresco. Imaginar mundos misteriosos. Eso es Petra.


Se trata prácticamente de un yacimiento arqueológico. La roca es roja al igual que amarilla y blanca y otra vez amarilla y luego violeta como si hubiesen pintado desprolijamente a mano, pero es nada más y nada menos que arena, una capa arenosa encima de la otra, son las arenas del desierto de Jordania.



Un poco de historia

Por espacio de cuatro largos siglos, entre el II a.C y el II d.C., una tribu denominada Los Nabateos erigieron Petra, “Piedra” en griego, una ciudad cuyos monumentos, cada sitio ritual o funerario, e incluso su gigantesco anfiteatro fueron esculpidos, léase bien, no construidos. Toda esta obra superlativa son parte de la montaña, llevan su propia historia, su alma y su corazón.

Los Nabateos dominaron la península arábica, extendiendo su poderío hasta lo que hoy es Siria. Ellos controlaban las rutas de las caravanas que recorrían Oriente, porque sabían dónde encontrar los oasis, debido a que ese conocimiento era extremadamente importante en el desierto. Sabían leer las arenas como las estrellas; de esta forma lograron el monopolio sobre el tráfico comercial uq eiba y venía desde la península arábica hacia los puertos del Mediterráneo, cargado de especias, inciensos, telas y esclavos.

De una realidad a la otra

Para poder ingresar a Petra es necesario caminar (o a caballo) por un corredor de piedra llamado Siq. Este camino de 1.200 metros de largo no fue abierto por los Nabateos sino por un violento terremoto que separó la montaña, según algunos geólogos estudiosos, e hizo posible el acceso al lugar donde erigieron sus monumentos.

El pasillo: un desfiladero, que remite al más famoso, el de las Termópilas – tiene unos 70 metros de alto y cada vez se va estrechando más y más.

Durante el imperio Nabateo la única entrada a Petra era el Siq, lo que dá a entender que este tesoro arqueológico era impenetrable.

Durante el recorrido del Siq, se pueden observar imágenes de camellos y de antiguas divinidades. Hacia el final del rojizo corredor se vizlumbra una mirilla en la piedra, es el final del túnel y allí aparece el más espectacular de los monumentos de Petra: el Tesoro del Faraón (o Al-Khazneh) y de a poco, a medida que se avanza se va abriendo un poco más. Descubrir esta belleza de manera sensual y cautivante  es un regalo a los sentidos de cualquier mortal. 










El Tesoro

Según estudios realizados, el rey Aretas III fue quien ordenó hacer este monumento. En su interior hay tres cámaras vacías, frías y oscuras, claro, es una tumba. Ya en la parte exterior, el edificio tiene seis enormes columnas de estilo corintio.
En un seguno nivel, posee más columnas y figuras destruidas de viejas deidades. El magnífico Tesoro fue escarbado dentro de una especie de caja, gracias a ello quedó protegido de los vientos, el salitre, la lluvia y la luz solar, cuyos  rayos directos solo los  recibe a medio día. Gracias a esta protección diríamos natural, el edificio va cambiando de color, como si estuviera hechizado.



Para hacer una excursión

Lo que conviene saber antes de recorrer esta bella ciudad jordana tallada en la roca:

¿Cómo llegar?

  • ·         Desde Amman, el trayecto en bus dura tres horas y media
  • ·         El horario es de 8 a 17
  • ·         La entrada para dos días – es el tiempo mínimo para ver lo más importante
  • ·         Cuesta 25 dinares (unos $US. 35.-
  • ·         Es necesario pasar la noche en un hotel de Wadi Musa
  • ·         El yacimiento tiene 800 monumentos, aunque no todos son igual de impresionantes
  • ·         No te puedes perder: El Tesoro, el Anfiteatro y el Monasterio
  • ·         Debes llevar agua mineral, gorro, protector solar y comida
  • ·         Se puede almorzar en el yacimiento, pero es mucho más caro

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