Por: Carola Pozo Cortez
"Fue acompañado por el pueblo jujeño, lo que marca el heroísmo y el valor con los que se peleó por la independencia", afirmó y consideró un "gran honor" estar ante los restos de Juana Azurduy para entregar al presidente boliviano la espada de generala del Ejército argentino.
Autor: Mario "Pacho" O'Donnell
Juana Azurduy Bermudez nació en Toroca, Provincia Chayanta, departamento de Potosí, el 12 de julio de 1780 y falleció en Sucre el 25 de mayo de 1862.
Es honrada su memoria tanto en Bolivia como en la Argentina, por haber participado, junto a su esposo, Manuel Ascencio Padilla en las luchas por la emancipación en el Virreinato del Río de la Plata contra el reino de España. A la muerte de su esposo asumió la comandancia de las guerrillas denominada "Republiqueta de La Laguna", luchó arduamente sin pausa ni descanso. Ante su bravura, el General Manuel Belgrano la nombró Teniente-Coronela.
Los Padilla lo perdieron todo, su casa, su tierra y sus hijos en medio de la lucha. No tenían nada más que su dignidad, su coraje y la firme voluntad revolucionaria.
El 14 de noviembre de 1816 Juana fue herida en la batalla de La Laguna, su marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte asi, Juana se quedaba sin su compañero y el Alto Perú sin uno de sus jefes más valientes y brillantes.
Por conveniencias logísticas, el ejército independista cambió los planes de avanzada de la ruta altoperuana hacia la vía chilena, por este motivo, disminuyó el apoyo a las fuerzas que comandaba la valiente luchadora y se vio obligada a replegarse hacia el sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de Güemes y a la muerte de este se fue a vivir a Chuquisaca, en el barrio de Coripata, transcurriendo largas horas en silencio, pensativa, recordando y evocando a tantos seres queridos, teniendo siempre a su lado una cajita en la que guardaba sus tesoros más preciados: las comunicaciones de Belgrano nombrándola teniente coronela y algunas oxidadas condecoraciones.
Reducida su vida a la pobreza, en 1825 el libertador general Simón Bolívar, luego de visitarla y ver la condición miserable en que vivía, avergonzado le otorgó una pensión. Luego de la visita le comentó al mariscal Antonio José de Sucre: «Este país no debería llamarse Bolivia en mi homenaje, sino Padilla o Azurduy, porque son ellos los que lo hicieron libre». Posteriormente el general Sucre le aumentó su pensión, que apenas le alcanzaba para subsistir, pero dejó de percibirla en 1830 debido a los vaivenes políticos bolivianos.
El 24 de marzo de 2010, en un acto realizado en la Casa de la Libertad de Sucre, la presidenta Argentina Cristina Fernandez de Kirchner, evocó la figura de Manuel Belgrano, "quien peleó junto a Juana, un político que se hizo militar para liberar nombró a la patria". También recordó "el sacrificio de Juana y el pueblo jujeño" durante el Exodo, cuando "Belgrano ordenó quemar todo, viviendas, hacienda y propiedades, para que al llegar el invasor encontrara tierra arrasada".
"Fue acompañado por el pueblo jujeño, lo que marca el heroísmo y el valor con los que se peleó por la independencia", afirmó y consideró un "gran honor" estar ante los restos de Juana Azurduy para entregar al presidente boliviano la espada de generala del Ejército argentino.
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| La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, elevó al grado de Generala del Ejército de su país a la heroína boliviana Juana Azurduy |
Destacó que la figura de Azurduy comparte con otras mujeres de la historia argentina un lugar en el Salón Mujeres del Bicentenario de la Casa Rosada "donde conviven viejas heroínas junto a modernas heroínas".
Otros artículos sobre Juana Azurduy de Padilla en este vínculo: http://www.elortiba.org/azurduy.html
1 comentario:
Empecé a averiguar acerca de la historia de Juana Azurduy y me parecio super interesante, voy a intentar conseguir el libro, de todos modos en el verano voy a viajar por argentina y creo poder encontrar mas información en los distintos pueblos
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